En un momento clave para la política estadounidense, Donald Trump ha intensificado su retórica antimigratoria mientras cierra su campaña presidencial de 2024. Durante un mitin en Raleigh, Carolina del Norte, el exmandatario lanzó una advertencia a México, amenazando con imponer un arancel del 25% a sus exportaciones si la presidenta Claudia Sheinbaum no endurece las medidas migratorias en la frontera sur. Trump subrayó que esta medida busca “frenar la avalancha de criminales y drogas” que, según él, cruzan hacia Estados Unidos, insinuando una posible escalada de sanciones arancelarias si no se obtienen resultados.
Trump sugirió que de no funcionar el arancel inicial, aumentaría el porcentaje, mencionando un posible 50% o incluso más, con la idea de ejercer presión hasta que México despliegue fuerzas militares en sus fronteras con Guatemala y Belice para frenar la migración. Esta postura refuerza la retórica nacionalista que ha caracterizado la campaña de Trump, enfatizando el control migratorio y el comercio justo como temas prioritarios.
Sheinbaum, por su parte, anteriormente ha contestado a estas declaraciones de manera diplomática, subrayando la importancia de la colaboración entre ambos países. La presidenta sostiene que la relación entre México y Estados Unidos es fundamental en términos de economía y seguridad, y destacó el papel del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en la estabilidad regional.
La reacción en México ha sido de cautela, con analistas advirtiendo sobre el impacto potencial de tales aranceles en la economía mexicana. El sector empresarial también ha expresado preocupación, ya que un arancel de esa magnitud afectaría las exportaciones mexicanas, que dependen en gran medida del mercado estadounidense.
Estas declaraciones se suman a una serie de comentarios de Trump sobre inmigración y comercio que buscan consolidar el apoyo de sus bases electorales, que ven en él un defensor de la seguridad y la economía estadounidense. Sin embargo, también generan tensión en la relación bilateral, y la postura de Trump podría convertirse en un desafío diplomático para Sheinbaum en el corto plazo.